Para caídas, bajadas…
Para subidas, paradas, para sentadas corridas y
para la flor de nata el néctar que las abejas le
liban. Licuando sangran en salsa aleteando con
sus alas mágicas. Para mordidas, labiadas; las
bocas de las cigarras y sus labios esmeralda.
Para que el sol nos alumbre en la mañana, le
canto esta serenata barda a la melodía gitana.
Para que la luna salga está la madrugada entre
sabanas; y las luciérnagas que cantan a notas altas
tras campanadas. Para que toquen la estampa
está la pluma de quien les habla, que pinta de azul
el alba; y aun le queda tinta para retocar la mañana.
Que se dibuje muchacha y se sienta enamorada,
que se vea en Diosa y Musa, en Ninfa ardiente y sin
faldas. Que se presente y que parta para seguirla
y buscarla a donde quiera que valla; para tejerle
con sus alas blancas, paracaídas en la espalda.
Para que vuele a sus anchas extasiada entre mis
sabanas, para que venga con ganas que no paran.
Y para cuando sienta en la mañana que me extraña:
La pintaré cuando me ama y no se calla, cuando
se cae de la cama ardiendo en laminas. Y que me
inunda en las distancia vuelta balsa, para que
pruebe la gracia de sus armas. Para que en Venus
me monte acalorada; paracaídas en la espalda…
Para volar son las alas, para escalar las montañas,
para el cielo nubes altas y para metas las largas.
Para que vuelva y se valla, para que resbale y
caiga, para que me inhale y me seque envuelto
en lagrimas. Para dar lengua la hispana, que da
al poeta palabras. Para caídas contadas, como
tantas veces pasa; para calumnias y manchas.
Paracaídas las alas que un Dragón lleva en su
espalda, para candela las llamas que cuando
lanza quebrantan. Para los peces escamas
y para las pieles almas que al horizonte reman
y vagan; y para enamorar las frases cándidas.
Que liban dicha en picada, paracaídas en la
espalda; cual ilusión desarmada por las trampas.
Cual alas rápidas que vuelan al mañana olvidando
lo que pasa. El Paracaidista me llaman, el laberinto
de gracias del parque de las encrucijadas; y el
buen amor que se ama. Porque me apego
a una estampa y en versos lego palabras…
Allá quien caiga por lagrimas, o por banas
trampas baratas; todo Fénix suelta alas…
¡Para volar al mañana, paracaídas en la espalda!
Picture: Acuarela sur papier by Caroline Verpilleux.
Web du créateur: http://www.lafeeverte.eu/
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